El espacio dentro de la literatura exige, casi siempre, un análisis profundo que implica cambios, referentes, influencias o elementos importantes dentro de la interpretación para el desarrollo del arte. Una estación de tren puede enmarcar un ambiente austero (casi desierto), pero a la vez crítico; quizá además puede ser el destino o un axis mundi que distingue la ambivalencia en la que vivimos: el bien y el mal, la luz y la oscuridad… lo rural o lo urbano. En cualquier caso, su relevancia como tópico es innegable; tal es el caso de «El sur» de Borges, «El gaucho insufrible» de Bolaño y «El guardagujas» de Arreola.