Escrita en 1927, Color out of space es una historia de H.P Lovecraft que va desde lo más agradable del ambiente familiar en una zona tranquila en el campo, hasta el horror físico más escatológico en la colección literaria del escritor, un terror alienigena que solamente los amantes de la sangre, los desmembramientos y de una lectura mucho más abierta del género, pueden soportar y admirar.
La historia está contada en primera persona por un ingeniero encargado de hacer un estudio para edificar un embalse en un remoto paraje a las afueras de Arkham (ciudad ficticia). Allí encuentra un área de terreno extraño denominada «erial maldito» que es distinta a todas y le causa sensaciones muy poco agradables.
Un anciano vecino del lugar le explica que el motivo del estado de esa parcela es que décadas atrás un meteorito se estrelló allí, cerca de una granja, liberando un ser extraño que se escondió en el fondo del pozo (esta entidad era tan extraña que ni los vecinos de la zona ni los científicos que estudiaban el meteorito se dieron cuenta de que estaba vivo hasta que abandonó el planeta); con el paso del tiempo, a medida que ese veneno del espacio se extendía, las plantas y los árboles primero (con los árboles llegando a cobrar movimiento en sus ramas), y los animales después, empiezan a sufrir mutaciones, cambios de color y olores desagradables, en un proceso que acaba afectando a la familia que habita la granja. Viéndose aislados de la sociedad en la que viven y sufriendo los devastadores efectos del envenenamiento, los miembros de la familia enferman y enloquecen hasta morir en un trágico final.
El ingeniero decide abandonar su trabajo, electrizado por el horror que descubre. Sin embargo, al parecer la zona afectada siguió creciendo al ritmo de una pulgada por año, lo cual da pie a pensar que parte del ser terrible continua escondido en la zona esperando.
Richard Stanley, un director mejor conocido por su película La isla del Dr. Moreau se dio a la tarea de adaptar una de las historias más emblemáticas de Lovecraft. Aunque ya ha sido adaptada tres veces, es bajo la dirección de este talentoso director de género que la historia encuentra una gran adaptación a la pantalla grande y en Nicholas Cage, el mejor protagónico del cine de género y de culto en los últimos años.
El actor Nicholas Cage parece que tiene un muy buen lugar en el cine de aparente bajo presupuesto. Lo vimos en Mandy de Panos Kosmatos, también proyectada como clausura del Festival de Mórbido en el 2018 y ahora en el 2019 vuelve a cerrar una de las ventanas de cine de horror más importantes de México. El talento del actor refiere a un tipo de personajes donde siempre interpreta a un padre desorbitado y fuera de sí mismo, estos personajes le quedan muy bien, los desarrolla a la medida, también porque van perfecto con su exagerada forma de actuar y sus ojos verdes que expresan una exacerbada locura. Esta película sin este actor no hubiera sido la misma. Es su desarrollo y actuación la que le da verosimilitud a lo que parece fuera de este mundo. Se adueñó del personaje y brilla como en ninguna otra película de alto presupuesto.
El horror físico es la manera de Lovecraft de mostrar el verdadero horror, pero también en tener que, en vista de que no hay otra salida, matar a tus seres queridos cuando ya se convirtieron en algo que es irreconocible a la vista. Esto es el verdadero terror según H.P Lovecraft en su relato corto.
El único autor en la actualidad con el que se le puede comparar es: Stephen King, con quien encuentra historias en común al tocar temas que tienen que ver con el lado oscuro del ser humano, teñido con un constante misterio que hace que los lectores no se despeguen de sus historias y atractivas para adaptarlas al cine, porque invitan mucho a la imaginación, pero también nos hacen explorar lugares en la psique humana en compañía de sus peores colores.
La película está hecha para aquellos que les gusta ver vísceras, alteraciones corporales y mucha sangre. Es primitiva, salvaje. Te lleva a lugares que el cine hollywoodense comercial le da miedo explorar por el tema de las restricciones que pueden afectar las taquillas. Stanley nunca se detuvo a pensar en una clasificación que abriera la historia a un público más amplio y tampoco le preocupó si el proyecto sería reducido a una película de culto más del autor, sólo se ha dedicado a hacer la mejor adaptación posible de un clásico literario del horror del siglo XIX. ¡Y que de verdad lo ha logrado!
Color out of space es un homenaje, primero a su autor literario, luego al género del horror, y para rematar, el encumbre de Nicholas Cage como un actor de cine de género de los últimos años, porque aunque nunca ha ganado un Oscar, no lo necesita, tiene a los fans del terror, gore y del horror body de su lado. ¡Esto vale más que una estatuilla dorada!