Ya son 23 años desde que le Tour de Cine Francés llegó a México. Y aunque no han sido siempre consecutivos, sí lo son las veces en que lo mejor de las producciones galas llegan no sólo a la Ciudad de México, sino a todo el país.
A continuación, un brevísimo vistazo a diez de las mejores películas de todo este Tour de cine galo, que próximamente estará de vuelta en pantallas mexicanas. ¡No se las pierdan!
«Los cosechadores y yo» / Agnès Varda / 2000
La recién fallecida documentalista y directora de cine, Agnés Varda, estuvo presente en el 2000 dentro del Tour de Cine Francés con un documental acerca de la vida de los recolectores, tanto de los que juntan papas y manzanas, como de los que recogen basura y desechos de los demás. Asimismo, la realizadora también se coloca, por sí sola, como una pepenadora de imágenes con la frase:
La curiosidad no tiene edad. La filmación también es una recolecta.
Bajo esta premisa, lleva a la pantalla grande una analogía de ella como directora de cine, observadora de lo social y espejo de los invisibles que sirve para mostrar la vida de los coleccionan lo que nosotros tiramos, al igual que aquellos que trabajan bajo el sol por horas para hacer llegar los alimentos que nos llegan a la mesa cada día. Además, en su obra se muestra a sí misma como lo que es: una coleccionista de imágenes con historias de vida que, estoy seguro, permanecerán en los históricos del cine por siempre.
«No le digas a nadie» / Guillaume Canet / 2006
Guillaume Canet, quien en aquel 2000 se desenvolvía como actor, se estrena como director con un thriller policiaco acerca de un hombre que tiene el matrimonio perfecto, pero sufre el asesinato violento de su esposa. Muchos años después de haber superado la pérdida, recibe un mail con un link a un video de seguridad en tiempo real. En la imagen está una mujer: su esposa, quien solamente dice: «no le digas a nadie».
En los artefactos del buen suspenso francés y del cine negro hay muy pocas películas que sean tan efectivas como ésta. La película cuenta con un personaje carismático interpretado por François Cluzet, una trama tan intrincada como angustiante al perfecto estilo Hitchcock, con giros argumentales inesperados que no se ven venir de un actor que salta a la silla de director de manera brutal.
Esta película, en su estreno dentro del Tour de Cine Francés, tuvo un éxito inigualable y se colocó como una de las mejores en su historia y como una de las más taquilleras e impresionantes por su historia, actuaciones y dirección.
«El hombre de su vida» / Zabou Breitman / 2006
El cine queer tiene relativamente poco, la década de los noventa fue conocida por unas cuantas películas conservadoras acerca del tema de la homosexualidad. Hubo directores de una comunidad gay que comenzaban a luchar contra conceptos erróneos, enfermedades y estereotipos ridículos, desafiantes de esta postura heteronormativa.
El hombre de su vida también es dirigida y escrita por una actriz francesa que se muestra como directora con una película que desafió al género queer de esos momentos (2006) por no encasillarse en el nuevo género con exponentes mucho más agresivos. Esta película encontró su propia personalidad gracias a un personaje masculino que descubre, ya casado con una mujer, que disfruta de la compañía de otro hombre, La película no plasma un romance típico al estilo Secreto en la montaña… pero tampoco es Poison de Todd Haynes.
El relato se cuenta todo dentro de una campiña francesa, en la intimidad de un matrimonio que parece perfecto, con la introducción de un vecino abiertamente homosexual que comienza a atraer al personaje principal. Las pláticas filosóficas comienzan a dar vueltas en la mente de este hombre heterosexual (hasta ese momento) para convertirse en el hombre de su vida. Un sutil drama personal respecto a la identidad sexual en la edad madura muy bien dirigido.
«Coco antes de Chanel» / Anne Fontaine / 2009
Muy pocos diseñadores de moda se podrían jactar de haber cambiado el rumbo de la moda de toda una generación y de una sociedad. En esta corta lista, podemos encontrar personalidades como Cristian Dior, Yves Saint Laurent y, por supuesto, Chanel.
Con una visión mucho mas desinhibida, la directora y escritora Anne Fontaine plasma una visión no tan idílica de esta diseñadora. Los amores fallidos, los excesos y también la arrogancia de la que se llenó por el éxito, son plasmados en una biografía interesante que no cae en lo edulcorado de la situación, sino que realmente te introduce en los clarosocuros del ser humano y no sólo en lo ideal de cumplir un sueño para vivirlo.
Es una aproximación al género del biopic que aborda a los personajes de manera más real. Como ejemplo muy claro y también efectivo, La vida en rosa, película sobre la vida y excesos de la cantante legendaria Edith Piaf, le valió un Óscar a Marion Cotillard.
Son estos relatos, más allegados al espectador (mejor dicho, más similares a el), los que logran un mejor impacto en la visión que tenemos respecto a idealizar a un personaje que pensamos inalcanzable.
«El encanto del erizo» / Mona Achache / 2009
Es bastante peculiar conocer o saber de casos de suicidios adolescentes. Muchos de estos, al menos en nuestros tiempos, se dan como resultado del bullying, del rechazo de los padres o de la familia por sus inclinaciones sexuales, o bien por no encontrar su lugar en el mundo.
El encanto del erizo cuenta la historia de Paloma, una adolescente de 11 años que ve a su familia como una bola de gente vacía y sin sentido, dentro de la cual no siente mucha conexión Por esto, piensa seriamente en documentar semanas de convivencia familiar para justificar, con humor negro, su próximo suicidio. De pronto, una relación atípica con un vecino japonés y con la amargada conserje, comienzan a darle otra perspectiva a su ya cansada vida de once años.
Muchas veces nos preguntamos cómo sería nuestra vida desde la perspectiva de los demás. Si nos grabaramos en video las 24 horas del día y viéramos nuestras acciones, ¿cambiaría nuestra perspectiva de nosotros mismos? ¿De nuestra familia? La idealización de nuestra vida puede llevarnos a una insatisfacción deprimente, postura que la protagonista adolescente toma ante la vida en su «larga» experiencia de once años. Sin embargo, en la vida, aunque sea corta, puedes encontrarte con gente que cambia tu filosofía de la vida.
Esta idea vista desde la mirada de una niña adolescente y complicada, se vuelve peculiar e interesante. Muchas veces los adultos nos vemos intrascendentes, banales y estúpidamente complicados. Esta película es de esas raras joyas del cine que con una historia triste te deja con un gran sabor de boca; sólo que es muy difícil de encontrarla, pero está en la lista de lo mejor que nos ha traído este festival de cine francés.
«Metal y hueso» / Jaques Audiard / 2012
El amor es impredecible, al igual que el lugar o la persona donde lo encontrarás. Metal y hueso es la historia de una chica, Stephanie (Marion Cotillard), entrenadora de cetáceos que conoce en un antro a Alain (Matthias Schoenaerts) para sexo casual; sin embargo, un accidente donde ella pierde una pierna le demuestra que lo que fue algo pasajero se puede convertir en algo permamente.
Es quizá esta película una de mis verdaderas favoritas dentro de toda la colección del Tour de Cine Francés. Jaques Audiard proporciona una visión más realista acerca de las relaciones humanas. Aunque el escape fácil hubiera sido optar por un enfoque mucho más romántico e idílico, el director se decanta por pintar a dos seres humanos que estaban destinados a encontrarse, no sólo para enamorarse, también para ayudarse armar el uno a otro. Cotillard y Schoenaerts, dos actores interesantes que en ese momento parecían abrirse camino, tuvieron una química muy peculiar entre ambos que jugó a favor de la historia y de sus personajes.
El director años después ganó la Palma de Oro en Cannes por Deephan. Insisto en que su visión tan cruda es lo que lo hace visualmente atractivo, cualidad que aplica también al tratamiento y al delineado de sus personajes. Son profundos, reales y realmente conmovedores.
«En la casa» / François Ozon / 2012
Juan Mayorga escribió una obra llamada El chico de la fila de atrás. Este relato cuenta la historia de un profesor de literatura y de su alumno, quienes se ven envueltos, tal como nos sucede a todos como espectadores en el cine, en una curiosidad hambrienta por conocer lo que pasará al final de un guion. Esta curiosidad, a manera del más puro voyerismo, hace que el profesor se envicie con la descripción de algunos personajes en un relato que su alumno le entrega en una tarea. Le comienza a exigir más entregas que hagan perdurar la emoción que se siente conocer la vida de alguien que no conoces, pero que se siente real.
Un juego de suspenso que el director francés François Ozon dirige muy bien al saber darle el tono de suspenso y de perversión que el libro no contiene en tan altas dosis: lo oscuro del personaje del joven alumno, lo inocente del profesor mayor, a pesar de la experiencia que podríamos suponer que tiene. La manera en que se van relacionando de forma tan extraña, de dependencia mutua, crean una atmósfera donde alguno de los dos deberá perder.
Uno de los mejores guiños y finales que dan homenaje a una película de Alfred Hitchcock: Ventana indiscreta.
«Chicos y Guillermo… ¡a comer!» / Guillaume Galliene / 2013
Tratar temas difíciles es la especialidad de la comedia; sin embargo, mucho tiene que ver la sutileza de las bromas, del humor con la que se cuenten la historias. Guillaume Galliene narra su travesía de autodescubrimiento sexual y, paralelo a esto, la relación tan complicada que tiene con su madre al descubrir o, mejor dicho, pensar que le gustan los hombres. El protagonista quiere vestirse de mujer, le gusta un compañero del internado e imita, de hecho, muy bien a su madre. Ella es una mujer dura y lejana al ver que su hijo no es «igual» a sus otros dos hijos varones, pues asume que es gay. No obstante, todo llega a un punto donde este viaje personal llevará a Guillermo a a una verdadera sorpresa.
Actualmente, cuando una mujer o un hombre se declara homosexual no es escandaloso, pero, si estos mismos que alguna vez se asumieron así descubren que están mejor llevando una vida heterosexual, pueden ser rechazados por el mismo círculo o por la misma comunidad que alguna vez los albergó con cariño y comprensión.
«El amor es amor», es una de las frases que identifica a la comunidad LGBTT, hasta que a uno de ellos se le ocurra descubrir que siempre si le gustan las personas de su mismo sexo. Esta doble moral de los que critican la doble moral es el tema de esta película, donde el director actúa y escribe su propia película, con un humor ácido pero brutal para el espectador, poniendo en tela de juicio los temas morales en la familia, los amigos y hasta personales.
Una verdadera delicia de historia que ganó varios Césares en su año de lanzamiento y colocó a su director como uno de los más talentosos y frescos de la industria del cine galo.
«Un ilustre desconocido» / Mathieu Delaporte / 2014
«No somos lo que somos»: una frase con la que inicia esta película acerca de las apariencias, de las intenciones, pero también de las insatisfacciones que tenemos al ser quienes no somos, de anhelar lo que alguien más tiene por la incapacidad de no crear algo propio y genuino.
Mathieu Kassovitz, actor y director francés que ya ganó una Palma de Oro en Cannes como director por La heine, encarna la piel de Sébastien Nicolas, un agente inmobiliario que imita, copia y adopta las personalidades de algunas de las personas que se atraviesan en su camino, ¿con qué fin? No lo sabe.
Todos tenemos una personalidad que escondemos en lo más recóndito de nuestro ser. Este lado puede ser mucho más oscuro, perverso y atípico a lo que realmente demostramos en el mundo exterior; y lo llamo así, porque esta forma se encuentra tan interiorizada que sólo se asoma por momentos precisos cuando se dan las circunstancias ideales para salir a la luz. Sébastien está cansado de ser quien es, cansado de su rutina y de su incapacidad para formar una familia, algo suyo, por eso decide buscar en otra personalidad lo que no encuentra en él mismo. Es personalmente estéril.
Un drama con tintes de suspenso y con una actuación doble de Kassovitz que te congela de la impresión. Una dirección tan detallista con la luz en los personajes que es abrumadora. Esta película te mantiene al filo de la duda todo el tiempo con un personaje tan oscuro como complicado.
«Señor sabelotodo»/ Stéphan Archinard y François Prévôt-Leygonie / 2018
Párrafos arriba mencioné El encanto del erizo, una historia que cuenta las relaciones y puntos de vista entre una adolescente y un adulto, aunque siempre estén amargados. Bajo esta misma óptica, Señor sabelotodo retrata el problema del síndrome de Asperger, un espectro del autismo que aleja a la persona hasta ya ser totalmente inaccesible, según las condiciones en las que sea criado.
Vincent Barteau, un ex campeón de fútbol, está frustrado por ser ahora entrenador gracias a un accidente. Soltero y exitoso, mas no satisfecho, descubre que tiene un sobrino con una características peculiares: es muy inteligente, juega mucho ajedrez y lo admira demasiado. Vincent debe hacerse cargo repentinamente de Léo, el hijo de su hermana, lo cual estropea sus planes de irse a China como entrenador y continuar como un soltero empedernido.
El tratar el tema sobre una discapacidad requiere de una pericia y de tacto determinado para poder llevarlo a flote sin herir suceptibilidades, aun en estos tiempos. Señor sabelotodo combina muy bien la comedia con el drama en dosis casi perfectas. Me atrevo a decir, incluso, que tiene también la cantidad exacta de situaciones melosas para caer bien, sin llegar a lo ridículo y melodramático. Léo, su personaje adolescente y con síndrome de Asperger logra robarse la pantalla con su peculiar personalidad y admiración por Vincent. Es quizá por esta actuación que la película logró las mejores asistencias al cine tanto dentro del Tour como en su estreno comercial.
Es una comedia, sí, ligera, pero que propone la reflexión acerca de los lazos familiares que evitamos por egoísmo puro, ocupación absoluta e ignorancia selectiva, pero que al final son en los que realmente valen la pena de invertir tiempo.
Con esta lista de 10 imperdibles te puedes empapar un poco de las propuestas y prepararte para disfrutar de la edición numero 23 de este Festival que nos trae propuestas de todo tipo de cine, desde la más rara obra autoral, hasta la comedia más romántica y absurda, sin dejar la profundidad que caracteriza a los padres del séptimo arte.
Autor: Luis Toriz ¿Qué es mejor, ser respetado o temido? ¿Sería mucho pedir ser ambos? Diría Tony Stark. Colaboro para el flamante Tour de Cine Francés y estoy orgulloso de estar aquí. Nunca les diré no la vayan a ver, sería atentar con su propio criterio |