Se ha dicho que después de nacer lo único que tenemos seguro es la muerte. Este hecho incuestionable (que nos sucederá tarde o temprano) es una constante en las historias de Stephen King, quien ha plasmado a través de su pluma historias terroríficas donde el monstruo es el mismo ser humano.
Probablemente, muchos de ustedes hayan sentido miedo por la muerte; quizá por la ignorancia de no saber si en verdad hay algo después de esta vida o por enfrentarse a la muerte de un ser querido. Si tu temor se refleja en lo primero, encontrarás la respuesta al perder de inmediato tus funciones en este plano; sin embargo, si es lo segundo, Stephen King tiene una contestación en una imagen: la experiencia terrorífica de sentir un hueco en el estómago al ver una recámara vacía por el ser que se fue.
Stephen King ha vendido más de 350 millones de copias, ha escrito 61 novelas y 7 con el pseudónimo Richard Bachman. Un escritor bastante despreciado por la crítica literaria especializada por su corte comercial, exceso de violencia, temas filosóficos y fantásticos.
Este prolífico autor americano escribió una novela que decidió encajonar por lo fuerte de su tema y la intimidad que representaba para él mismo. Cementerio de mascotas desde su traducción al español, o bien Pet sematary en su idioma original, ha sido el rostro de los propios miedos y horrores humanos, no sólo por tener a la muerte como hecho fáctico del futuro, sino también por mostrar de manera cruda la obstinación del hombre por mantener cerca lo que ha perdido por orden natural, lo cual se refleja a través de la muerte de un hijo dentro de esta historia.
En 1989, la directora Mary Lambert tomó el reto de la Warner Brothers de dirigir una adaptación al cine de esta compleja novela de terror, con un guión escrito por el mismo Stephen King. Ésto incrementó notablemente lo difícil de llevarla a cabo. La película recaudó poco más de 59 millones de dólares, lo que para su tiempo fue una cantidad considerable para un proyecto de producción mediana.
El productor Richard P. Rubinstein recién tenía 2 películas en su carpeta: una de ellas, Day of the dead, de George A. Romero y Creepshow, la cual logró recaudar la sorprendente cantidad (para una película como esta) de 21 millones de dólares. Con él abordo, el éxito estaba casi asegurado, pero nunca se imaginaron la reacción de la taquilla doméstica y extranjera.
La exploración de King por de la psique humana ha causado gran conmoción entre los lectores más ávidos del terror y los espectadores con ganas de un buen susto y pesadillas nocturnas. Louis Creed, su personaje central, pierde a un hijo pequeño. Este hecho se vuelve la raíz de las malas decisiones que el personaje tomará, pues lo llevarán a su inevitable y fatal desenlace. Las advertencias del destino por medio de un atípico ángel guardián son siempre ignoradas y subestimadas, tema que le costará todo a la familia Creed.
El terror en esta historia no es el monstruo en la noche, ni tampoco el fantasma que hace mover los muebles. No. El terror va más allá de lo que se puede ver. El duelo por la pérdida de un ser querido no superado es el motor del miedo, sentimiento llevado al extremo con el sólo objetivo de crear una parábola terrorífica que nos muestre que el corazón de un hombre es un terreno agreste y pedregoso, peligroso para cualquiera que se adentre en el.
Pet sematary de 1989 tiene ya su remake homónimo dirigido por Kevin Kölsch y Dennis Widmyer. Aunque la historia tiene algunos cambios (ya ustedes juzgarán si son buenos o malos), funciona de una forma muy básica. No es de una manufactura como The witch o Hereditary, pero tampoco cae en lo absurdo de las películas del género producidas actualmente. La película toma su propia personalidad para no ser predecible y mantiene la esencia de lo plasmado por Stephen King.
Ambas versiones sostienen la base en el terror de las consecuencias de los errores al decidirse por un camino atípico a la naturaleza humana. Las películas sirven de alegoría para mostrar los miedos y las fragilidades propios de nuestra inestabilidad emocional e inestabilidad existencial.
Autor: Luis Toriz ¿Qué es mejor, ser respetado o temido? ¿Sería mucho pedir ser ambos? Diría Tony Stark. Colaboro para el flamante Tour de Cine Francés y estoy orgulloso de estar aquí. Nunca les diré no la vayan a ver, sería atentar con su propio criterio |