La aclamada serie Game of Thrones no es solamente una de las emisiones más populares y taquilleras del momento, sino también una de las más premiadas por la crítica. Desde su primer temporada fue prontamente galardonada con dos premios Emmy. Uno de ellos, el de mejor opening, revela la maestría con la que está realizada esta breve secuencia, no sólo por la técnica empleada para diseñar la parte visual, sino por su música, que ya es todo un ícono para los fans de la serie.
El impacto que la música de la introducción ha tenido en el público puede deberse a que dentro de ella se esconden una gran cantidad de símbolos y alusiones que comienzan a narrar la historia de la serie incluso antes de iniciar el primer capítulo.
Para poder entender esta idea de narratividad dentro de la banda sonora, es necesario primero familiarizarnos con el concepto de écfrasis musical.
Écfrasis musical es un término acuñado por la musicóloga alemana Siglind Bruhn para designar a toda aquella música que está creada sobre un universo ficcional perteneciente a otra rama del arte. En otras palabras, es música que surge como la representación sonora de otra obra artística, ya sea literaria, dancística, pictórica, e incluso cinematográfica.
Una de las características fundamentales de la écfrasis musical es que no crea un universo ficcional nuevo a partir de la obra original, sino que se apropia del que ya está presente, lo amplía y finalmente lo traduce usando símbolos que vinculan el lenguaje musical con las otras formas de expresión artística.
Para ejemplificar esto, pasemos a desgranar los símbolos que esconde la música del opening de Game of Thrones.
[Las indicaciones entre corchetes indican los segundos exactos del video en donde se encuentra lo descrito]
La música de la intro está compuesta esencialmente para percusión, cello y violín, una dotación instrumental que se emplea frecuentemente en la industria cinematográfica para acompañar escenas de aventuras; además, está escrita en una tonalidad menor que connota un sentido de tristeza, pérdida, dolor. Si conjuntamos ambas nociones, obtenemos una primera declaración de intenciones.
Sin embargo, si pensamos en el sentido general de la historia de la serie, podríamos decir que el tema central que se desarrolla en ella es el conflicto entre fuerzas que se oponen. Ya sean bélicos, políticos, amorosos, el motor principal de la trama son los conflictos que cada personaje debe enfrentar a lo largo de su búsqueda por el poder.
Partiendo de esto, podríamos decir que la introducción que desarrollan los violines [del inicio hasta el segundo 9] representa simbólicamente el conflicto por el trono de hierro. Aquí es donde empieza lo interesante: el motivo musical del “conflicto” inicia en un acorde menor [seg. 0-5] y luego se traslada a un acorde mayor [seg. 5-9], simbolizando la alternancia entre el bien y el mal que tienen los sucesos que rodean la lucha por el trono. Este motivo se repite una y otra vez a lo largo de todo el opening, y no sólo eso, sino que a lo largo de la serie podemos volver a escucharlo en la banda sonora durante algunos de los momentos más álgidos de la historia.
Después de la introducción de los violines, el cello toca el primer tema musical [seg. 9-26]. Aquí podemos encontrar otro símbolo del conflicto: En la primera parte de este tema [seg. 9-14] la melodía se mueve dentro de acordes pertenecientes a la región de dominante de la tonalidad, es decir, acordes de mucha tensión que generan sensación de movimiento, mientras que en la segunda parte [seg. 18-24] se mueve en la región de tónica, con acordes sin tensión que no generan movimiento.
Este primer tema dominado por el cello puede simbolizar el ascenso al poder por parte de alguna de las casas principales, momento en donde hay un periodo de guerra (región de dominante) seguido de una aparente calma (región de tónica); sin embargo, en ambas partes hay una interrupción en donde vuelve a presentarse el motivo del conflicto [segundos 14 y 23], revelando que la batalla por el trono sigue presente.
Inmediatamente después, se presenta una repetición íntegra del tema del cello [seg. 26-43], sólo que esta vez es acompañado por los violines que tocan exactamente la misma melodía. Después, el tema vuelve a repetirse una vez más pero ahora con toda la orquesta de cuerdas tocando el mismo tema [seg. 43-59]. Esta adición de nuevos instrumentos al tema planteado por el cello puede simbolizar a las otras casas que poco a poco van uniéndose a la casa gobernante.
Sin embargo, en esa última repetición hay un cambio dentro de la línea melódica: al final del motivo, los violines hacen una pequeña variación [seg. 54-58] con respecto al tema impuesto por el cello. Después de ese pequeño cambio, los violines se imponen sobre el resto de la orquesta y tocan un tema diferente [seg. 60-76]. Ahora hay un instrumento diferente en el poder y el cello queda relegado.
El tema de los violines también tiene una repetición [seg. 77- 90] en donde ahora se incorporan las voces de un coro que, de la misma manera, imitan el tema propuesto por los violines.
Finalmente, todos los instrumentos tocan al mismo tiempo el motivo del conflicto [seg. 90-94] con un silencio súbito que no llega a culminar con la resolución de la melodía. En lugar de ello, un sólo instrumento de cuerda que no había sido usado hasta el momento, con la sonoridad similar a la de una arpa oriental (¿remitiendo quizás a algún personaje que viene desde el oriente para unirse al conflicto por el trono?), misteriosamente toca una vez más el motivo del conflicto [seg. 94], dejando al espectador con una pregunta en los labios: “¿y luego qué sucede?”.
Para averiguarlo, les invito a ver esta atrapante serie y a poner mucha atención a cada parte de su maravilloso soundtrack, tratando de encontrar los temas propios de cada personaje, a descubrir la manera en que la música narra paralelamente la historia, y, por supuesto, a contar cuantas veces aparece en ella el motivo que simboliza el juego de tronos.