El Órgano de Ánimos Penfield es, en Do Androids dream of electric sheeps?, de Philip K. Dick, una máquina que induce estados de ánimo en las personas con sólo presionar un botón y asignar un número que funciona como un comando, así, pues, esta columna pretende homenajear a la Ciencia Ficción y a la literatura Fantástica (y de terror) y jugar con los distintos comandos, de manera que cada nueva entrega sea un nuevo número (comando) que induzca al lector en un estado de ánimo distinto.
Esta columna no es más que un mero experimento en el que yo, columnista, hablaré de temas que giren en torno a este tipo de temáticas: la ciencia ficción y lo fantástico/terror, ya sea en literatura, cine, televisión, y todo tipo de expresión artística. Los comandos varían según el estado de ánimo, y cada nueva entrega hará que usted, estimado lector, pueda sentir una depresión culposa de seis horas o una soledad abrumadora o una felicidad tan inmensa que no podrá evitar las lágrimas.
Así, pues, larga vida al Amigo Buster.
Comando: activo.
Comando 453:
HABSBURGO, DE OMAR DELGADO: LA OTRA CARA DE LA HISTORIA.
Es el 19 de junio de 1867. Acudimos, como en una oscura escena cinematográfica, al Cerro de las campanas, en la ciudad de Querétaro, para presenciar un hecho hoy memorable: el fusilamiento de Tomás Mejía, Miguel Miramón y Maximiliano de Habsburgo.
La historia cuenta que Maximiliano se había vestido con sus mejores ropas, se había confesado y, con la idea de su muerte bien arraigada en la cabeza, se colocó en el paredón junto a dos de los más importantes generales del ejército conservador. Le cedió el lugar central a Miguel Miramón después de decirle: “un valiente debe ser admirado hasta por los Monarcas”. Lo único que Maximiliano pidió fue que no le disparan en el rostro.
La oscura percusión de los balazos se escuchó a las siete de la mañana con cinco minutos. Se dice que Maximiliano no cedió ante los cinco impactos que colisionaron contra su pecho y que fue necesario que Aureliano Blanchet le diera el tiro de gracia justo en el corazón. El sexto disparo.
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La novela de Omar Delgado, Habsburgo (Editorial Resistencia, 2017), nos narra, desde un inicio, aquella escena memorable: la muerte del archiduque Maximiliano en el paredón y lo que pasó después; pero, además, hace de este hecho una ficción muy lograda al apropiarse de personajes históricos, conocidos por todos, como Juan de Dios Peza o Benito Juárez, y nos demuestra que, a veces, cualquier motivo es bueno para lograr una excelente novela: la literatura está llena de pretextos, la Historia es sólo uno más, y no cualquiera puede jactarse de lograr una novela de corte histórico-fantástico que, además de entretenida, sea consistente.
Haciendo uso de la ficción, del “¿qué pasaría sí?”, de la ucronía y de un estilo muy bien definido, Omar Delgado entreteje una trama (muy bien lograda, bastará decir) en la que Maximiliano no muere después de recibir el tiro de gracia. Entonces, ¿qué pasa? Ese es el meollo del asunto: ¿es Habsburgo una novela de zombis? ¿Es Habsburgo una novela fantástica? ¿Qué es lo que pasa?
Al leer a Omar Delgado nos encontramos con una novela histórica que de histórica tiene sólo la fachada: apoyándose de hechos concretos, históricos (como el ya mencionado fusilamiento de Miramón, Mejía y Habsburgo), la novela crea y re-crea una propia realidad en la que se responden muchísimas interrogantes que nosotros, como lectores, como seres conscientes de su la Historia Nacional, jamás nos hicimos: ¿qué pasaría si Maximiliano regresa a la vida justo después de fallecer en tierras mexicanas? ¿Cuál es el límite entre la vida y la muerte? ¿Qué fue lo que definió, en realidad, el destino de nuestro país?
El entramado de la novela es vertiginoso: una especie de collage en distintos niveles de tiempo y espacio ayudan a que la novela se lea con una fluidez que da gusto. La polifonía permite que Delgado juegue con distintos planos narrativos para ofrecernos pistas: cada capítulo es sólo una pieza de un vasto rompecabezas que será armado por el lector: la dualidad lúdica de la narrativa hace de Habsburgo una novela disfrutable, en demasía, y el lector juega un papel determinante en la unión de cada fragmento: al final, la novela es, sí, un texto íntegro pero, además, se nutre cuando hace que el lector adquiera consciencia y juegue a ser un detective que deberá hilar lo narrado para, finalmente, sorprenderse con el desenlace.
En Habsburgo encontramos frescura: la Historia jamás supo tan bien. La narrativa mexicana se ha nutrido de la anécdota de Maximiliano para ofrecernos obras muy bien logradas (Noticias del Imperio, de Fernando del Paso, por ejemplo; añado, además, “Tlactocatzine, del jardín de Flandes”, de Carlos Fuentes), pero en el caso de Omar Delgado encontramos novedad: no es sólo, en sí, la estructura de la novela, sino el estilo: difícilmente se puede encontrar, en la narrativa actual del país, algo que posea la frescura con la que Omar Delgado nos cuenta un hecho bien sabido; la frescura de esta novela radica, justamente, en la manera de girar la tuerca y de ofrecernos un nuevo panorama de la Historia Nacional que, si bien sabemos que jamás ocurrió, no deja de ser disfrutable.
¿Quién dijo que la Historia podría ser aburrida? ¿Quién dijo que en México no existen autores dedicados a la literatura fantástica y que, además, lo hagan bien?
Esta no es sólo una novela de zombis. Esta no es sólo una novela histórica: es un juego de roles: una alteración de la realidad conocida: Omar nos ofrece la oportunidad de adentrarnos en una realidad alterna en la que Maximiliano posee la capacidad de volver de la muerte, una realidad en la que Benito Juárez es quien salvaguarda el mundo de los vivos y de los muertos, apoyado por una deidad zapoteca: Baxi Va, dios de la noche. Una realidad en la que estos dos personajes se enfrentan en una batalla cósmica, cuyo resultado definirá el destino del país como lo conocemos hoy en día. ¿Quieres quedarte con la Historia oficial o prefieres darle un giro a los hechos históricos y disfrutar de una muy buena ficción ucrónica?
En esta novela hay mitología, sarcasmo, risas, emociones e ironía en dosis altas: Habsburgo es una novela tremenda y amigable. Omar Delgado nos ofrece la novedad de ver un hecho histórico con otros ojos: crea una nueva cosmogonía que se sostiene en noventa páginas y que, además, se lee con una rapidez tremenda, pues es tan fluida que encanta, da gusto.