Fotografías de Mariana Montaño
Después de un largo viaje, Gonzalo Herrerías decidió dirigirse a Santiago Tuxtla, municipio de Veracruz, para aprender sobre el son jarocho. En ese momento conoció a Don Julián, con quien, a pesar de la brecha generacional y las múltiples diferencias en sus modos de vida, logró conectar de manera particular. El mes que tenía planeado para su estadía en el municipio se convirtió en una prueba de largo aliento: decidió rescatar lo que vivía con Don Julián.