«Hacer frente al olvido»
La memoria nace de una selección de recuerdos; asimismo, tiene el propósito de seleccionar y visibilizar eventos, ya sean individuales o colectivos. En palabras de la socióloga e historiadora Elizabeth Jelin, las memorias son presente y se relacionan con el sentido brindado al pasado en función del futuro. Es posible entrever lo que se pretende olvidar en aquello que se recuerda. El olvido, por su carácter ocasionalmente involuntario, representa la ausencia de distintas remembranzas, en ocasiones motivadas por el dolor, la felicidad, la ira, los afectos, entre muchas otras causas.
Desde el terreno psicológico, literario, patológico, histórico o médico, la memoria ha sido fuente de múltiples reflexiones y creaciones que la convierten en un tópico recurrente, además de polifacético, para la expresión humana. La memoria involucra aspectos personales, pero también colectivos: desde el recuerdo más trivial relacionado con el ayer, hasta acontecimientos como los traumas.
De esta manera, el olvido y la memoria se convierten en recursos para la conformación de identidades. Las dificultades para acceder a los recuerdos forman parte de una coacción encaminada a implantar el olvido en lugar de la memoria. Paradójicamente, también es necesario un balance entre los recuerdos trascedentes y la información irrelevante para nuestra identidad. De tal modo, cabe preguntarse: ¿es el olvido más tenaz que la memoria?
Desde Primera Página, buscamos ampliar el entendimiento, así como la reflexión de la memoria, además de discutir acerca de su pertinencia y su relación con el olvido. Por eso, en el presente dosier recabamos el trabajo de nuestrxs colaboradorxs dedicado a estos temas.
[Ilustración de Sofía Elvira Tello Moscarella]