Fotografías de Octavio Meléndez
Nuestros ojos ya no bastan. En un mundo digital lleno de estímulos visuales e instantáneos, hay personas que se han dedicado a buscar sensaciones más fuertes e inmersivas. No por nada hemos visto una explosión de material como la música en ocho dimensiones y hasta las infames “drogas en mp3”. En este contexto, la obra Séance llegó a México para demostrar que los fanáticos de las experiencias auditivas no están condenados a la sencillez y la cursilería de los «relajantes» videos ASMR o a la música de Billie Ellish.
Más que una obra, Séance es una experiencia. En un cuarto pequeño y un tanto tétrico, los invitados se acomodan alrededor de una mesa. Da la impresión de que esperan una conferencia, o ser parte de una elegante cena. En lugar de eso, los asistentes deben colocarse unos audífonos de diadema, a través de los cuales se mantendrán al tanto de la historia. Pero eso no es todo: también se pide apagar el celular y todas las fuentes de luz (“el médium es muy sensible a ella”). Se recuerda al público que es imposible abandonar el cuarto mientras dure la sesión. Se apagan las luces.
En Séance, un médium guía a los asistentes en un ritual para invocar a un espíritu, que poco importa si es humano o una bestia, pues en realidad toma la forma de nuestros miedos más profundos. Durante quince minutos, los límites de la realidad se desdibujan en medio de la más profunda oscuridad, los latidos de un corazón que quizá no sea el nuestro y el miedo constante a ser “el próximo”. Imposible cerrar los ojos, pues alguien más los ha cerrado por nosotros.
“Cuando a tu cerebro le quitas alguno de sus sentidos (la vista, en este caso), los demás se potencian. Hay un tema del miedo que se explora en la pieza. Cuando no ves, ese miedo está muy latente. De eso se trata, de jugar con tus sentidos”, puntualiza Esteban Sheridan, productor creativo de Séance. “Hay gente que lo vive más como un asunto de suspenso psicológico, hay otra gente a la que sí le da miedo el tema espiritual. Nosotros queremos que el público viva la experiencia”, añade.
Original de Inglaterra y adaptada al castellano, Séance es la experiencia del terror llevada al máximo, debido a su carácter íntimo y personal. Posiblemente es la obra que esperaban todos los fanáticos de la serie británica de televisión Black Mirror, especialmente del capítulo sobre el turista que se ofrece como voluntario para probar un escalofriante videojuego de realidad aumentada (Playtest, S03xE02). En pocas palabras, Séance es como un buen capítulo de Black Mirror pero en la vida real. Un momento… ¿Real?
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Séance ha estado de gira por el Reino Unido y Australia, y espera llevarse a Asia en el futuro. En México, puedes visitarla del 1 de agosto al 1 de septiembre en el Museo Tamayo, ubicado en Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec Primera sección, 11580, CDMX; los jueves y viernes de 4:00 PM a 8:00 PM, y sábados y domingos de 10:00 AM a 2:00 PM y de 4:00 PM a 8:00 PM, con funciones cada veinte minutos. El costo del acceso por persona es de $150. Más información y boletos en www.seance.mx. No apto para claustrofóbicos.
Autor: Octavio Meléndez Inserte descripción genérica. En busca de las seiscientas sesenta y seis canciones del soundtrack de mi vida. Medio bibliófilo y cinéfilo y medio. ¿Qué más?. |