¡Ha llegado 24° Tour de Cine Francés!

Año con año, el Tour de cine francés llega a nuestro país con el firme propósito de conmover, cautivar y fomentar el diálogo con el público mexicano. Pese a las circunstancias sanitarias, nuevamente tendremos la fortuna de conocer la selección de siete películas de este año. Sarah Suco (directora de Los iluminados) junto a Camille Cottin —actriz de la cinta—, Nicolas Boukhrief (director de Tres día y una vida) y Paulo Pauly —protagonista de la película—, Cédric Klapisch, además de Léo Karmann (director de La última vida de Simón) y Benjamin Voisin fueron los encargados de promover el festival de este año en México, en una plática con los medios el pasado 30 de septiembre y 1 de octubre.

En entrevista, Sarah Suco abordó el tópico del extremismo y el fanatismo religioso, temas que toca su cinta, en la que se nos muestra cómo se vive en sectas religiosas. “[La película] aborda temas universales, como lo es la familia y la defensa de los niños». Para ella, fue un reto conservar la distancia y narrar la historia sin exagerar o ser lastímero, pues la propia directora vivió durante diez años en una comunidad de este tipo.

Léo Karmann, director de La última vida de Simón, junto a Benjamin Voisin (arriba a la izquierda), y Sarah Suco, directora de Los iluminados, junto a Camille Cottin (abajo a la derecha).

Por su parte, Nicolás Bouhkrief habló sobre la realización del crimen perfecto. En su obra, plantea la siguiente pregunta: ¿Qué sucede con el asesino que no es juzgado por los demás? ¿Se juzga a sí mismo? En sus palabras, “no presenta un thriller porque ya se conoce al culpable de los hechos, pero busca reflejar el día terrible que marcará su vida, así como las consecuencias del personaje, quien al final se convierte en su propio verdugo».

Léo Karmann y Benjamin Voisin hablaron de la dificultad de realizar una película con trece actores diferentes para representar a un solo personaje. La última vida de Simón nos lleva a una narrativa de fantasía, amor y posibilidades que sólo el arte puede entregarnos. Finalmente, Cédric Klapisch destacó la importancia de provocar la comedia en las historia para conmover; asimismo, resalta la importancia de la palabra, pues “presenta un remedio más eficiente que la medicina». Su cinta, Alguien en algún lugar, nos llevan al terreno de la causalidad y la casualidad, en donde las diferencias, más que distanciarnos, crean el vínculo entre las personas.

Cédric Klapisch, director de Alguien en algún lugar (arriba a la izquierda) y Nicolas Bouhkrief, director de Tres días y una vida, junto a Paulo Pauly (abajo a la derecha).

La contemporaneidad y la imaginación de las historias del Tour de este año, así como sus diferentes críticas, nos transportan a diferentes espacios, pensamientos y sentimientos: “La función del cineasta es reflejar la realidad», afirmó Cédric Klapisch. A continuación, un listado de las siete películas de este año. ¿Te las vas a perder?

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Alguien, en algún lugar (Cédric Klapisch, 2019)

Rémy (François Civil) es un hombre deprimido, sin un trabajo estable y carente de motivación en su día a día; Mélanie (Ana Girardot), una joven bióloga investigadora víctima de la soledad amorosa causada por su última relación. Ambos viven en París y experimentan el impulso —con mayor o menor intensidad— de conocer a ese alguien que modifique sustancialmente sus vidas. Las casualidades nunca parecieron tan posibles; sin embargo, ¿es posible que encuentren a su otra mitad?

Sin duda, una de las mejores películas de la selección de este año. La historia transcurre con un ritmo cadencioso, pero justamente a través de él crea una tensión constante entre el posible encuentro de Rémy y Mélanie. Además, se encuadra en un contexto más que cercano al nuestro, donde la modernidad provoca un estado de aridez e incompletitud humana. Alguien, en algún lugar busca generar un vínculo desde las diferencias, tal como lo dijo su director.

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Le belle époque (Nicolas Bedos, 2019)

Víctor (Daniel Auteuil) vive en una monotonía generada por su sinsentido de pertinencia en la actualidad. Sus caricaturas han perdido relevancia y la modernización le provoca hastío. Su matrimonio se ha desgastado, por lo que su esposa (Fanny Ardant) ha llegado a detestarlo, al grado de correrlo de su casa. A partir de ello, descubre que, en una empresa dedicada a crear ficciones mediante recursos históricos y artificios teatrales, puede revivir —o actuar, más bien— un momento significativo de su vida y ser su protagonista. En esa experiencia redescubrirá el amor, al mismo tiempo que cambiará su vida y la de su esposa, además de la de Antoine (Guillaume Canet), director de la compañía, y Margot (Doria Tillier), actriz principal dentro de la ficción.

La belle époque es una comedia entretenida e interesante sobre cómo se crean diferentes de ficciones para sobrellevar la vida misma y sus complejidades. Sus personajes conectan con el público inmediatamente y encarnan papeles que, dentro de la película, no son reales, aunque sus sentimientos terminarán por disolver los límites entre un estadio y otro. Imperdible. Si pudieras revivir algún momento de tu vida, ¿cuál elegirías?

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La última vida de Simón (Léo Karmann, 2020)

Narra la historia de Simon, un huérfano con la habilidad de transformarse en cualquier persona a la que haya tocado. Pero al más puro estilo del realismo mágico, poco interesa contar los orígenes de tales poderes, sino cómo estos afectan a sus personajes. Mientras que las superproducciones de Hollywood nos tienen acostumbrados a justificar todo elemento de fantasía, La última vida de Simon acepta la peculiaridad de su protagonista y se centra en los efectos que puede tener en él. Aunque a priori una bendición, el poder de cambiar la propia apariencia condena a Simon, un niño dispuesto a dar cualquier cosa por ser amado. ¿Hasta dónde podría llegar alguien en su situación por recibir el amor de una familia? ¿Cómo alteraría un trágico accidente el destino de esta persona?

Uno entra a ver La úlma vida de Simón intrigado por la original premisa de sus creadores,unos desconocidos en nuestro territorio. Sin embargo, pronto se acepta el concepto poécodel lme y, a medida que avanza, su proeza técnica e interpretava absorbe y conmueve. Enpoco más de una hora y media, Karmann logra conectar con el niño interior de cadaespectador para recordarle la importancia de vivir a pesar de las adversidades. Con Spielberg,Jong-Ho y Cameron como referentes, el cineasta ofrece una propuesta arriesgada que no dejaindiferente. No te pierdas esta oda eclécca a la condición humana y, por encima de todo, alamor.

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Los iluminados (Sarah Suco, 2019)

La pequeña Camille (Céleste Brunnquell) es una joven apasionada con su escuela de circo. No obstante, la repentina inclusión toda de su familia —junto a sus dos padres y sus tres hermanos menores— en una comunidad religiosa cambiará sus vidas. A partir de ese momento, la convivencia familiar se verá afectada por la normativa y la obediencia que exige la comunidad. Camille experimentará, poco a poco, las consecuencias de su nueva forma de vida, por lo que buscará salvar a sus hermanos del aislamiento y la complejidad de pertenecer a esta congregación religiosa.

Cruda, fuerte y verosímil son algunas palabras que definen la cinta de Sarah Suco. Los iluminados tiene una propuesta muy particular dentro del Tour de este año, pues parte de una experiencia real y plantea una realidad donde el fanatismo religioso regirá las vidas de sus protagonistas. Esta película en particular toca temas universales, importantes y bastante complejos de abordar.

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Tres días y una vida (Nicolas Boukhrief, 2019)

En 1999, durante el ocaso del año, la desaparición de un pequeño marca la vida de el pueblo de Olloy, situado entre la frontera de Francia y de Bélgica. Desde entonces, el hecho será investigado hasta el 2015, año en que Antoine (Pablo Pauly) vuelve a la localidad. Ahí tendrá que encontrarse con viejos conocidos, con relaciones familiares y con amores que, poco a poco, cambiarán su vida tras el lamentable suceso de quince años atrás.

Este filme, basado en el libro del mismo título de Pierre Lemaitre, se centra en un crimen y sus repercusiones a partir de la perspectiva del protagonista. Aunque tiene un ritmo lento, la película envuelve poco a poco por el develamiento de las verdades que salen a la luz y que repercutirán directamente en la culpa de Antoine.

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Mi perro Tonto (Yvan Attal, 2019)

Las películas románticas nos prometen un “vivieron felices para siempre”, pero no cuentan qué pasa después; tal es el tema central de Mi perro Tonto. Esta historia sigue a Henri Moen (Yvan Attal), escritor retirado de mediana edad y escaso éxito que se ha distanciado emocionalmente de su esposa y sus cuatro hijos en medio de una fuerte crisis personal. Henri, sin embargo, encontrará alivio en un singular perro a quien adopta con el nombre de Tonto, cuya amistad le dará una esperanza para enfrentar su depresión y rescatar a su familia.

Yvan Attal y Charlotte Gainsbourg —quienes son pareja en la vida real desde hace casi treinta años— protagonizan este drama cómico acerca de una familia descompuesta, marcada por el fin del amor en pareja y un grupo de hijos malagradecidos e insolentes. En medio de escenas que oscilan entre el humor y la melancolía, el también director Yvan Attal nos invita a reflexionar sobre nuestro rol en la familia, para descubrir qué tan buenos esposos, amantes o hijos hemos sido. Tal vez nos hemos portado como Tontos y no nos hemos dado cuenta.

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Una pequeña mentira (Julien Rappeneau, 2019)

Théo (Maleaume Paquin) es un niño con un talento innato para el fútbol. Sin embargo, su felicidad en la cancha no se parece a su sentimiento dentro de su vida familiar, pues su padre (François Damiens) se ha divorciado de su mamá (Ludivine Sagnier), tiene problemas de alcoholismo, no tiene trabajo ni casa propia y, además, se encuentra deprimido. Un día, su equipo recibe a un visor del Arsenal, en principio interesado en Théo, pero que finalmente decide rechazarlo; no obstante, el joven futbolista le mentirá a su padre al hacerle creer que ha sido seleccionado para formar parte de las fuerzas básicas del equipo inglés. Todo ello con un propósito: motivarlo para cambiar su vida de una vez por todas.

Una pequeña mentira tiene una propuesta más liviana que las otras películas. En este sentido, se perfila como una película donde el tema central es la relación entre padre e hijo; no obstante, carece de verosimilitud en su figura paterna, pues aligera la confección psicológica del personaje y le resta importancia a sus defectos o consecuencias por la muestra de afecto del pequeño Théo.