«El irlandés», la última película de gansters de la década

La más reciente película del director italoamericano Martin Scorsese se siente como una despedida del cine de gansters. No creo que volvamos a ver una épica de esta envergadura en elenco, ni en historia y mucho menos en dirección. El irlandés se coloca, inmediatamente, como una obra maestra del realizador de 77 años y como una de las mejores realizaciones del cine actual.

Charles Brandt, escritor estadounidense, entrevistó en diversas ocasiones a Frank Sheridan, apodado «el irlandés». En varios encuentros, Frank había negado haber matado a Jimmi Hoffa, un jefe sindicalista influyente y muy importante en la década de los setenta; hasta que un día Sheridan confesó haberlo matado y desaparecido. Así nació Me han dicho que pintas casas, título que se refiere, de forma discreta, a la «profesión» de asesinar gente por encargo para pintar las paredes con sangre. Steven Zaillan escribió el guion basado en esta novela de Brandt.

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Russel Bufalino (Joe Pesci), líder de la mafia en la zona de Filadelfía y Detroit conoce a un joven de 24 años conductor de camiones de carga, Frank Sheridan (Robert De Niro), a quien decide incluir dentro de su equipo personal y adoptarlo casi como a un hijo. Jimmi Hoffa (Al Pacino) es el jefe sindicalista que se interpone entre los planes de Bufalino y la mafia de la zona, pero también es padrino de una de las hijas de Sheridan, por lo que ha creado vínculos tan fuertes como los de una familia.

Joe Pesci se rehusaba a hacer la película e interrumpir su retiro de casi ya 10 años. Sin embargo, la insistencia de Scorsese logró que el actor quisiera interpretar a Bufalino y así conformar un trío de actores insuperables, que son ya una leyenda en sí mismos. Los tres debieron ser retocados digitalmente porque la historia abarca desde una época madura a la tercera edad de los personajes. Aunque Pacino, Pesci y De Niro no debieron actuar con ningún tipo de cara verde puesta, ni nada por el estilo, el departamento de posproducción se encargo de retocar gesto por gesto cuando la escena lo requiriera.

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En un inicio, la producción la comenzó Paramount Pictures con una inversión de 100 millones de euros, pero cuando rebasó la cifra a 160 millones retiraron sus intenciones de hacerla. Así que Netflix tomó el riesgo de llevar a cabo una de las películas más largas de la historia, más que El Padrino y cualquiera de la saga de El señor de los anillos. También una de las que más tiempo le tomó filmar a Martin Scorsese, 106 días, iniciando filmaciónes en agosto del 2016. ¡Maratónica en todo sentido!

El irlandés también se siente como una despedida a esa visión gangsteril a través de los ojos de la mafia acerca de la historia de los E.U. Se visitan presidentes como Nixon, JFK, Fidel Castro y temas como el Watergate y La Isla de Cochinos: todo un marco histórico para plasmar una de las desapariciones más mediáticas en la historia de los norteamericanos, la del jefe sindicalista Jimmi Hoffa.

Martin Scorsese deja de lado un poco las matanzas (aunque sí las hay) para tomar el camino de la redención y la expiación de culpas. El irlandés es una mirada muy crepuscular, íntima y diferente de la mafia. Es el entre líneas de las masacres, las traiciones y la sangre. Es lo que no se lee en los libros de historia ni en las biografías sobre estos personajes. Es lo que sucede entre los planes de emboscadas, es lo que se platica en una navidad con los amigos, los mensajes en las miradas de quienes te conocen y conoces. Es la mirada de Pesci al hablarle a De Niro, son los manoteos de Pacino al ser Jimmi Hoffa. Es el otoño de un hombre tras una ventana esperando su propia absolución, algo que nadie le dará más que él mismo. Es una confesión de tres horas y media de Frank Sheridan y nosotros decidimos si le otorgamos la absolución.

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La competición será dura entre Once upon a time de Quentin Tarantino (ya que el tema que más le gusta a Hollywood es el mismo Hollywood), Joker por aterrizar de forma tan visceral a un personaje que habitualmente vemos caricaturizado en las películas (con un contexto social muy parecido al actual), y otras producciones más que entrarán dentro de la carrera para saber quiénes serán los mejores actores y actrices, además de conocer el nombre de la mejor película del año y leer las entrelíneas del mejor guion original y adaptado. Pero, más que nada, para descubrir quién será el mejor director del año.

Sin lugar a ninguna duda, El Irlandés de Martin Scorsese es la mejor película del año, a no ser que llegue otra que la supere en actuaciones, historia y dirección (cosa que veo muy difícil). Con esto se comprueba que el cine se puede ver en el cine y en Netflix. La película estará disponible en streaming a partir del 27 de noviembre, ¡acomoden ya sus sillones!