Día: 23 de abril de 2019

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El ayuno como arte: Kafka

Pienso que sólo debemos leer libros de los que muerden y pinchan. Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un puñetazo en la cara, ¿para qué molestarnos en leerlo?

Franz Kafka, Carta a Oskar Pollak, 1907

En una carta de septiembre de 1921, Franz Kafka pedía a su amigo y editor Max Brod que quemara sus manuscritos. Franz llevaba años combatiendo la tuberculosis y podría pensarse que su petición respondía más a la depresión o al desaliento que a su real voluntad; aunque a decir del propio Brod, Kafka era un sujeto tímido y no aspiraba al reconocimiento o renombre, pero era un gigante por más que prefiriera pasar desapercibido. Así lo entendió Brod y en lugar de quemar la obra de Kafka, la editó y publicó.