«Tomé el dolor y el vacío para transformarlos en arte»: entrevista a Paulina Guerrero

Fotografías de Octavio Meléndez

Sensibilizar y concientizar es, sin duda, uno de los grandes compromisos del arte actual. Dilucidar lo que ha sido oculto, criticar, enseñar. En este sentido, las imágenes resultan un medio sumamente efectivo.

En el marco del último de los eventos de Microforo, tuvimos la oportunidad de platicar con Paulina, ilustradora de tiras cómicas. Su trabajo aborda problemáticas en torno a las enfermedades mentales: el rechazo social, la falta de reconocimiento de los síntomas, la comprensión y tratamientos necesarios para su cura.

PP: Cuéntame primero un poco sobre ti, Paulina.

R: Yo estudié Comunicación un tiempo; actualmente estudio Animación y Arte digital en el Tec de Monterrey. Me gustaría dedicarme a la animación 2D en televisión, y por ahora estoy explotando todo lo que puedo en cuanto a comic, web comic, tiras cómicas e ilustración.

PP: ¿Cuál es el trabajo que nos presentarás el día de hoy?

R: Estoy aquí presentando las obras que surgieron después de una depresión muy fuerte en mi vida, que se combinó con ansiedad y una sensación muy fuerte de no saber hacia dónde iba. Como toda artista, tomé el dolor y el vacío para transformarlos en arte. Los convertí en personajes en esta historia que se llama Golden Pale.

PP: ¿Se trata entonces de una historia visual, no literaria?

R: Es un poco de ambas. Es precisamente un cómic. Mi idea es que sea un web comic y compartirlo desde mis redes sociales, aunque el día de hoy estaré vendiéndolo de manera impresa.

PP: ¿Por qué un cómic? Es decir, ¿por qué expresarte a través de ese medio?

R: Siempre he trabajado desde el diseño y el arte, y hago como comics porque desde pequeña disfrutaba mucho ver la televisión, las caricaturas, y analizar los personajes.

PP: ¿Crees que los conocimientos que adquiriste en Comunicación son compatibles o puedes nutrir tu trabajo ahora en la animación y la ilustración?

R: Sí, claro, mucho. Me parece que son carreras que tienen las mismas bases. Al hacer un cómic debes tener muy claros los encuadres, las narrativas, cosas que aprendí en Comunicación. Son carreras que se llevan de la mano.

PP: ¿Se complementan?

R: Sí, exacto. En realidad no sufrí tanto el cambio de carrera porque tienen muchas cosas en común.

PP: Muy bien. ¿Qué elementos de tu experiencia y de lo que estabas atravesando en aquel momento que me platicas retomaste para tu trabajo?

R: Tomé todo, el sentimiento de no comprender lo que estaba pasando, hacia dónde iba o con quién debía acudir. Ese es uno de los sentimientos que proyecté en un personaje. La historia empieza con el tema de la aceptación de la muerte, acompañado de la incertidumbre; el personaje no sabe qué pasará o a dónde irá en ese momento. Eso lo asocio mucho conmigo y con la forma en que me sentía cuando me diagnosticaron depresión. Hay muchas cosas que no comprendes cuando padeces una enfermedad mental y, por los estigmas que existen, no son fáciles de explicar a quienes creen que sólo eres floja y por eso no te paras todo el día de la cama. Todas estas situaciones son las que transformé en personajes.

PP: Es increíble que, habiendo pasado por una situación así, hayas tenido la fortaleza de sublimar todo lo que te estaba ocurriendo y ayudar a otros, sensibilizándolos sobre lo que significa padecer una enfermedad mental o, incluso, permitiendo que algunos se identificaran con tus personajes y pensaran “sí, yo también me he sentido así”.

R: Sí, precisamente quería sensibilizar a las personas a través del dibujo. A pesar de la cantidad de estudios que existen, muchos aún se muestran escépticos ante las enfermedades mentales y sus síntomas. Yo pensé: ¿cómo es posible que alguien de otro país vea Coco y logre comprender una parte de la cultura mexicana que no conoce por experiencia propia? Entonces, comprendí que a través del dibujo, historias y personajes podría explicar lo que sucedía. Esperaba que, al verlo, pudieran notar si ellos también se habían sentido de tal o cual forma, o que pensaran “este personaje sabe cómo me siento yo”. Tal vez ni siquiera identifican que estamos hablando de depresión, pero comienzan a familiarizarse con los síntomas y a validarlos.

PP: ¿Te gustaría entonces que esto llegara a un público amplio que pudiera identificarse con los personajes, o a un sector de la población que padezca dichas enfermedades?

R: Me gustaría que todo el mundo lo vea. Todo aquel que quiera conocer una buena historia de misterio, drama. También, para aquellas personas que se sientan como yo lo hacía, enviarles el mensaje de que no están solos. Claro que los adolescentes pueden sentirse más identificados, pero si niños o adultos se ven atraídos, son bienvenidos. Quisiera que después de ver el comic, cuando alguien se les acerque y les diga que tiene un problema de depresión puedan comprenderlo.

PP: Sí, claro, que puedan ser empáticos.

R: Exactamente.

PP: Muchísimas gracias, Paulina, por tu trabajo y por abrirte a contarnos tu historia.

P: Gracias a ustedes.

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