Lo importante es la palabra: algunas notas sobre canción y poesía

I

Creo que discutir si las canciones pueden ser consideradas poesía es perder el tiempo en debates que no son el punto. Mejor preguntarse qué gana la música y qué gana la literatura si nos acercamos a la canción desde la óptica de la poesía; qué nos responde si la interrogamos como si interrogásemos poesía.

II

Es crucial comenzar por reconocer la diferencia del medio en que se transmiten canción y poesía escrita. La primera sucede en el tiempo y, estrictamente, existe solo en el momento de la ejecución; el poema, al contrario, yace siempre estático en la página.

III

Ahondando en esta diferencia, conviene desestimar la noción del poema en la página como una partitura para su lectura en voz alta, con ésta como su fin último. El poeta inglés Philip Larkin (1922-1985) decía: «Escuchar un poema, contrario de lo que ocurre cuando se lee en la página, implica perderse muchas cosas: la forma, la puntuación, la cursiva, incluso saber cuánto queda para llegar al final».

IV

Similarmente, si a la canción sustraemos ritmo y melodía y accedemos a ella sólo a través de una página, nos quedaremos entonces con las palabras, pero faltarán música y voz, elementos capaces de aportar valor semiótico.

V

A pesar de que se suele decir que una buena canción puede sostenerse a sí misma de esta forma –solo palabras sin ritmo ni melodía–, no hay que perder de vista que no son solo las partes sino el todo.

VI

A pesar de estas diferencias –y sus respectivas pérdidas al tratar de intercambiar sus medios–, encontramos que la materia prima en común es la palabra.

VII

T. S. Elliot sostenía que «El arte poético de la versificación, lo que quiera que eso sea o deje de ser, es, en sí mismo, un sistema de puntuación; los signos de puntuación más habituales se usan de forma distinta», a lo que Christopher Ricks –catedrático de Oxford con un importante historial de crítica literaria a la obra de Bob Dylan y quien originalmente recopila estas citas– añade: «Por igual motivo la canción es otro sistema de puntuación»

Y, por supuesto, el mismo Dylan corrobora «La palabra no interfiere con el sonido, […] lo puntúan. Le dan una intención determinada».

VIII

A propósito de Bob Dylan, estas son algunas de sus declaraciones en entrevistas que originan estas breves reflexiones:

  • “Primero me considero un poeta y después un músico.”
  • “Esa es la diferencia entre la palabra escrita y la canción. La canción desaparece en el aire. El papel permanece.”
  • “Prefiero sacar algo del tema en términos verbales y fonéticos antes que depender de la tonalidad de los instrumentos.”
  • “Si quitas cualquier elemento de la canción –el ritmo, la melodía– todavía puedo recitarla. […] Se supone que debe funcionar así, ¿no? Una canción es una canción.”
  • «Mientras está sonando, me importa la canción como un todo.»

IX

Además de lo que gana uno al analizar la canción desde la teoría poética, también existen ganancias para los cancionistas que voltean a ver a sus poetas:

Alrededor del álbum Junkyard (de The Birthday Party), escribí una canción llamada “King Ink” que escuché y finalmente sentí que había hecho algo que parecía original y auténtico a mí mismo, que había llegado a algún lugar con aquella letra. Creo que antes de eso era un forcejeo alrededor de mis varias influencias y de gente a quien quería imitar en su escritura: poetas, escritores. Comencé a obtener una voz en aquella canción en particular

— Nick Cave en «Nick Cave’s 30 greatest songs chosen by The Bad Seeds, his famous fans and Cave himself«, de Uncut Magazine.

Los ejemplos de poetas y obras literarias citadas en canciones o que han inspirado a éstas sobran para escribir una entrada enteramente dedicada a ello.

X

Algunos poetas, por su parte, gustan de usar a la música entre sus referentes, ya sea trayendo a colación canciones, piezas instrumentales o incluso a los mismos músicos y compositores.

Para concluir esta serie de ideas, dejo este mash-up entre The Eagles y José Asunción Silva, obra del poeta chileno Óscar Hahn.

Hotel California (Rap)

The Eagles + José Asunción Silva

Una noche
Una noche toda llena de murmullos
de perfumes y de música de alas

Una noche
en la oscura y desolada carretera
parpadeaban unas luces temblorosas
como enjambre de luciérnagas fantásticas

Y la luna llena
por los cielos azulosos y profundos esparcía su luz blanca

Yo aspiraba
el aroma de la hierba dulce y cálida que la brisa me traía

La cabeza se me puso muy pesada y mi vista se nubló
Mas sabía que tenía que pasar la noche ahí

De repente en el centro de la puerta
la silueta fantasmal de una muchacha
Y su sombra
fina y lánguida
y mi sombra
por los rayos de la luna proyectadas
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban

Y eran una
y eran una
y eran una sola sombra larga
y eran una sola sombra larga
y eran una sola sombra larga

Repicaron las campanas de una iglesia
Yo pensé: «Este sitio bien podría ser el cielo
o el infierno: no lo sé»

La muchacha prendió un cirio y el camino me mostró

Al final del corredor
se escuchaban unas voces que decían:

Welcome to the Hotel California
Such a lovely place
Such a lovely face

Los amigos de la chica
son un grupo de muchachos lindos lindos
Cómo bailan en el patio en la noche nupcial y húmeda
Unos quieren recordar y otros quieren olvidar

He llamado al capitán y le he pedido que me traiga
una copa de mi vino favorito
Y él me ha dicho: «No tenemos ese espíritu
Se acabó el 69»

A las 12 de la noche desperté
y escuché que aquellas voces repetían:

Welcome to the Hotel California
Such a lovely place
Such a lovely face

Espejos en el techo champaña rosada con hielo
Ella dijo: «Somos todos prisioneros
de la misma estratagema que planeamos»

Y en la lóbrega recámara del amo
se juntaron para el rito del festín
A la bestia acuchillaron sin parar
pero nunca consiguieron darle fin

Aterrado
decidí salir corriendo hacia la puerta
por la que esa misma noche había entrado
El nochero me detuvo
Es mejor que te relajes sugirió
Aquí estamos programados solamente
para dar la bienvenida
Cuantas veces lo desees
tú podrás comunicarnos tu partida
pero nunca
pero nunca
pero nunca lograrás salir de aquí
pero nunca lograrás salir de aquí
pero nunca lograrás salir de aquí

Jorge Galindo
Autor: Jorge Galindo (Xalapa, Ver., 1991) es compositor de canciones. Ávido lector de poesía, se ha acercado a los estudios literarios con el interés de analizar la canción como parte del fenómeno poético.