¡Esto ya no es poesía!: Poegles o cómo hacer poesía con Google

Muchos de nosotros, cuando comenzábamos a ocupar el buscador de Google a mediados de la década pasada, nunca imaginamos la variedad de servicios y la cantidad de soluciones que la empresa terminaría por ofrecer a los usuarios de internet: Maps, Translate, Drive, Docs, Calendars, Chrome…

Pero, incluso en esta época en la que su buscador recibe alrededor de 1800 millones de visitas al mes, no deja de parecerme fascinante un uso que ingeniosamente se le ha dado a este motor de búsqueda: el de una herramienta para escribir poesía.

Los poegles descienden de la poesía Flarf, por ser ésta la primera que extrajo textos de internet para conformar sus obras. Sin embargo, Justin Hendrix y Dave Gunton – inventores del término y editores del sitio web poegles.com– proponen sus orígenes en los fragmentos de Pascal, La Rochefoucald, Kant, y Dante, que el Conde de Lautréamont usó sin citar dentro de algunos poemas de sus inconclusas Poésies; en Tristán Tzara y «Para hacer un poema dadaísta», así como en la técnica cut-up de Brion Gysin y William Burroughs, que mencioné en la entrada anterior de mi columna.

«Para hacer un poema dadaísta»

Coja un periódico.
Coja unas tijeras.
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta
darle a su poema.
Recorte el artículo.
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que
forman el artículo y métalas en una bolsa.
Agítela suavemente.
Ahora saque cada recorte uno tras otro.
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa.
El poema se parecerá a usted.
Y es usted un escritor infinitamente original y de una
sensibilidad hechizante, aunque incomprendida del vulgo.

— Tristán Tzara

La materia prima de los Poegles son los resultados que arroja una búsqueda de Google, es decir, palabras que ya existen dentro de internet y, [que] según Hendrix y Gunton, se hacen de la siguiente manera:

  1. Escribe una frase en el buscador de Google. Por ejemplo: ‘La última vez que vi a María’
  2. Copia los resultados interesantes
  3. Pégalos juntos en una página
  4. Edítalos para crear un poegle
  5. Lee tu poegle

To Read the Ancient Map

Look at the map of Nippur. Because
The ancient map was drawn on a papyrus scroll,
It is possible to make out the word “Atlantis”
Next to a land mass.

Fold the map. The seal shows
That advanced humans sailed the seas
And lived in Ice Age climates.
The map has been used
By sailors as a location marker
For centuries.

Prepare overhead transparencies of the eight maps.
The ancient makers saw Africa as a trapezium,
Or a triangle, with the Mediterranean coast
As its longest side. The map on the ceiling
Of the chamber on Mars
Was a map of gateways
That linked the planets together.

Find a quiet spot in the reading room,
Take out a knife,
Then cut the map out of the book
Where it was bound.
The ancient makers would label their despair
“Here Be Dragons.” We label ours
Something more banal,
Hoping to render it innocuous.

— De poegles.com

¿Dónde queda entonces el autor? Ejercicios como éste desafían la visión tradicional de quién es y qué hace un autor. Sin embargo, aunque las palabras existan previamente, corresponde a uno usarlas para que existan de una forma que antes no. Así, las posibilidades de lo expresado toman otras dimensiones, dependiendo de a qué decida uno darle voz.

El resultado puede ser de estética dadaísta, o de humor Flarf, pero también son posibles obras como el poemario Antígona González, de Sara Uribe, cuyas páginas están plagadas de testimonios de familiares de víctimas de desaparición forzada, extraídos de internet. A fin de cuentas, aunque las palabras no sean propias, el límite sigue siendo la creatividad de uno mismo.

* * *

Quiero invitarlos a escribir y compartirnos su poegles, Yo les dejo aquí el mío y espero leer los suyos.

El 13 de octubre también desapareció

por última vez
habla sobre los castigos
una vez más

impresionantes sucesos
compra boletos y encuentra el calendario

durante el transcurso de la historia
seis días después de la última aparición el patriarca
fue quien aprobó su veneración

¡cada vez estás leyendo más
y nos emociona ser parte de tu vida
convertirla en un vehículo al servicio de Mary Pickford!

por última vez
durante tantos años
sobre la humanidad
y la infiltración

Jorge GalindoAutor: Jorge Galindo (Xalapa, Ver., 1991) es compositor de canciones. Ávido lector de poesía, se ha acercado a los estudios literarios con el interés de analizar la canción como parte del fenómeno poético.

 

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