Cómo aliviar un corazón roto en cuarenta minutos

Chico “A” ama a chica “B”, pero chica “B” no quiere a chico “A”. Esta sencilla fórmula ha inspirado un montón de historias en el cine y en la literatura, mismas que han sido adornadas de un millón de maneras para disimular que siguen este patrón. Sin embargo, olvidado en los cajones de algún coleccionista de LP’s, existe un álbum que captura, perfectamente y sin tapujos ni ornamenta, la experiencia de ser rechazado.

“London Weekend” es el primer —y único— álbum de Another Sunny Day, una agrupación londinense de indie rock activa solamente entre finales de los 80’ y principios de los 90’. Su sonido semejante a un pop rock muy dulce no lo distingue de otros trabajos del género, pero sí lo hace el tratamiento del amor no correspondido. Sus catorce canciones están llenas de pensamientos sobre decepción, inseguridad y melancolía, que para fortuna del oyente no se basan en metáforas cursis ni tópicos insufribles, sino que son escupidos llanamente como si fueran escritos en un diario íntimo.

Por ejemplo, “I’m In Love With A Girl Who Doesn’t Know I’m Exist” (“Estoy enamorado de una chica que ni siquiera sabe que existo”) refleja un pensamiento que hemos visto proyectado en un millón de series, películas y canciones, y que representa la interminable crisis del hombre inseguro, que no encuentra las palabras para acercarse a la mujer de sus sueños. Este tema fácilmente tomará el puesto como el himno internacional de la timidez con sus líneas: “yo podría hablarte, tú podrías hablarme, pero eso nunca pasará; así que sólo sueño con las oportunidades que he perdido…”.

“Rio”, el décimo primer tema de este álbum, es el indicado para provocar un nudo en la garganta en aquellos que han sufrido un rechazo amoroso en cualquiera de sus formas. Si, al igual que The Cure, eres de la idea de que los chicos no lloran, tal vez estas líneas te hagan cambiar de opinión: “Hace no mucho tiempo traté de hacer que me amaras, te dije que te quería y te pregunté si hacías lo mismo. Y a pesar de que dijiste que no, aún hay algo dentro de mí que tiembla al escuchar tu nombre […] Él quiere que lo ames, y si tú dices que lo amas, ¿dónde quedo yo?”.

“You Should Be All Murdered” (“Deberían estar todos muertos”) es el sencillo más notable dentro del álbum. También es su tema más oscuro y el que más suena a The Smiths. Su letra refleja una pretensión fetichista de desaparecer toda la maldad del mundo. O tal vez no a la maldad en sí, pero sí a las personas que dañaron a la voz lírica de la canción: “Mataré a todas las personas que no me gustan, a los que son crueles con quien no lo merece, a los que hablan mucho, a los que no les importa; a aquellos cuyas vidas no van a ningún lado, a los que se rinden, a los que no luchan, a los que rompieron mi corazón tan fuerte que no se puede reparar…”.

El desamor no es el único motivo que provoca la tristeza del letrista. “What Happened To You, My Dearest Friend?” (“¿Qué te ocurrió, mi querido amigo?”) está dedicada a una amistad que se llevó el tiempo, y demuestra que no todos los duelos son provocados por decesos o por finalizar relaciones de pareja: “Alguna vez fuimos jóvenes, orgullosos de ser tan despreocupados […] Y ahora has cambiado, me sorprende cuán poco tiempo llevó. Siempre me sorprenderá la diferencia que hace el dinero. ¿Qué te ocurrió? ¿Qué me ocurrió?”.

No todo es pesimismo. El álbum también contiene un par de temas que darán un hálito de esperanza a aquel que sufre los estragos del rechazo. “New Year’s Honours” (“Honores de año nuevo) es una canción sobre abrir las fronteras emocionales: “Creí que podía vivir mi vida solo, creí que podía vivir sin amor […] Y hay tantas mujeres hermosas en este mundo, en algún lugar debe existir una para mí”. “The Very Beginning” (“Desde el principio”), por su parte, es un monólogo interno que rescata la importancia de nunca negarle una oportunidad al amor: “Olvidemos a esa chica, empecemos de nuevo, no paremos hasta que lleguemos a un final…”.

Hay un sólo tema que se dedica al amor romántico, y es en realidad el menos melancólico del álbum (si bien esto no significa que no lo sea en absoluto). “The Centre Of My Little World” (“El centro de mi pequeño mundo”) narra una historia que casi parece una ensoñación adolescente, pero que definitivamente mejorará el humor del escucha: “Cuando te ví bajar del autobús supe que el mundo entero era para nosotros. La primera vez que te hablé estaba tan nervioso, no sabía qué hacer. Pero tú dijiste ‘toma mi mano, corramos lejos’…”.

“London Weekend” es una joya olvidada; es una oda al amor no correspondido pero también es un hombro para llorar dedicado a aquellos que han sido sus víctimas. Frases que en otro contexto parecerán prosaicas y aburridas se convierten, en este álbum, en hermosos versos en los que es fácil reconocerse a uno mismo. El sonido de Another Sunny Day se encuentra en un medio paso entre The Stone Roses y The Smiths, y si bien “London Weekend” nunca llegó a ser tan popular como los trabajos de estas bandas, sí cuenta con lo necesario para coronarse como el sucesor espiritual de “The Queen Is Dead” (The Smiths, 1986).

Escucha «London Weekend» en Spotify.

https://www.youtube.com/watch?v=nRVckGcAeB8

Imagen de Discogs.com y video propiedad del canal de YouTube «newbeat2012».
Arturo MeléndezAutor: Arturo Meléndez. En búsqueda de las seiscientas sesenta y seis canciones del soundtrack de mi vida. Ávido fanático del consumo cultural y otras vicisitudes capitalistas. Medio cinéfilo y bibliófilo y medio. También escucho harsh noise… y hasta lo que no se ha inventado.