#ÓrganoDeÁnimosPenfield 3: Comando 8838: Edgar Omar Avilés y la creación de mundos fantásticos

COMANDO: ACTIVO

COMANDO 8838:

EDGAR OMAR AVILÉS Y LA CREACIÓN DE MUNDOS FANTÁSTICOS

El mundo de lo Fantástico es un terreno que se muestra como un lugar poco explorado, incluso hoy en día, a pesar de las innumerables obras que han transgredido el mismo género. Pocos son los autores que se arriesgan a aventurarse en esos remotos confines para hacer del género algo novedoso, algo que sorprenda y que se reconozca a simple vista con sólo leerlo o verlo o, acaso, imaginarlo.

Edgar Omar Avilés, michoacano, nacido en 1980, es uno de los autores que se han propuesto, a través de sus textos, crear un universo íntimo que es evidente cuando nos acercamos a sus obras. Edgar Omar ha escrito ensayo, novela y cuento, siendo este último el más reconocido.

descargaLuna cinema (FETA, 2010) es uno de sus trabajos más logrados: seis cuentos que le consiguieron a su autor el premio Bellas Artes de cuento San Luis Potosí, en el 2008. Estos textos son atrevidos y gozan de una manufactura precisa. Las seis historias poseen una imaginación arriesgada, que se permite crear realidades paralelas en las que lo fantástico convive como un elemento común. En ningún momento se muestra lo fantástico como algo ajeno, sino que en estos textos ambos mundos (fantasía y realidad) conviven en armonía y son uno solo. Por eso no nos podría parecer extraño que un ornitorrinco sea amigo de una muchachita que no sabe conducir, o que una prostituta de veintiún milímetros habite dentro del cuerpo de un joven tímido. Los mundos de Luna cinema son totalmente creíbles en tanto que la realidad es la base de todo lo acontecido.

De este libro se desprende, según me ha contado Edgar Omar, la historia original de su nueva novela Efecto vudú (Ediciones B, 2017), una novela que se anuncia como “sobre mundos fantásticos” y que, en efecto, no miente: esta obra logra trasgredir un género para adueñarse de él y recrearlo hasta las últimas consecuencias.

La novela se centra en Ychi, un niño a quien su madre, una bruja muy poderosa, poseedora del conocimiento para realizar vudú cósmico, ha convertido en zombi. Esta historia es el punto de partida para que Omar imagine y tergiverse distintas realidades que hacen de la novela una maraña que poco a poco se desenreda y cobra sentido, muy a pesar de que todo tarda en arrancar. Esta novela se apoya en la teoría copernicana que nos dice que no somos el centro del universo, por lo tanto, en esta novela no hay una trama central, pero sí hay, quizá, un personaje principal: Ychi, que es y no es a lo largo de la novela. Hablar de realidades alternas, de líneas temporales distintas, de evolución humana y mundos distintos es una tarea compleja pero que cuando se logra es digna de mención: Omar no se queda con la inmersión de un elemento fantástico en la realidad, sino que se da a la tarea de crear y recrear nuestro mundo en otros espacios que resultan fantásticos: un mundo de papel en donde todo está hecho con diversos tipos de este material, un bosque en donde un grupo de amigos juegan a la ruleta rusa con la vida, un mundo futuro en donde existen robots y robots fantasma, nada es ajeno a la realidad fabricada por Edgar Omar Avilés en esta novela.

9786075291284Uno de los temas más interesantes en esta obra es la perpetuidad de un individuo: la inmortalidad, por llamarlo de algún modo. Ychi es uno y es todos al mismo tiempo. El motivo de la novela nos lleva a pensar que somos y hemos sido muchas cosas a lo largo del tiempo, planteando así la posibilidad de la reencarnación. Así, pues, hemos sido un amaestrador de piedras en el siglo XXV a. C., o el reflejo de la luna en los ojos de una rana, o una sopa exquisita que todos quieren probar.

Las posibilidades planteadas en esta novela son ilimitadas. Así, pues, esta obra puede leerse hoy o, bien, en cuatro siglos, cuando el lector sea el procesador informático de uno de los tantos monos robot que teclean incesantemente esperando escribir las obras completas de Shakespeare.

A través de veinte capítulos que se leen rapidísimo, la novela trasciende el tiempo y el espacio para narrar hechos que son, en efecto fantásticos. La creación de los mundos parece muy bien planeada. Es pertinente hablar de Ychi como persona, como ser y como lugar, pues no basta con ser un ente vivo, basta con existir: cada capítulo es precedido por una microficción que, en el mayor de los casos, está muy bien lograda y da pauta para que el lector se adentre aún más en la idea de la reencarnación, que es un móvil muy importante dentro del texto: sin la noción de este término la novela podría parecer repetitiva y hasta tediosa, pero teniendo en cuenta este principio, todo puede ser posible.

Es pertinente mencionar que la prosa de su autor hace que la novela sea sencilla, a pesar de que hay pasajes que requieren un poco más de atención y de conocimiento de física y religión. Pero Edgar Omar hace que los temas parezcan sencillos, aunque no lo sean (en un análisis mucho más profundo). Los temas de esta novela son de ciencia ficción, pero la narrativa logra crear un mundo fantástico del que, es innegable, no podemos escapar hasta el final de la novela.

Edgar Omar Avilés es una de las plumas más extrañas de la narrativa mexicana actual y es difícil clasificarlo: va desde la ciencia ficción hasta lo fantástico, incluyendo el terror corporal, en ocasiones. Su obra es personal y muestra las inquietudes de su autor. Esa prosa, muy pulida, hace que, cuando leemos algo suyo, de inmediato lo reconozcamos y digamos: “este cuento es muy avilesco”.

No hay más.

Marco Antonio Toriz SosaAutor: Marco Antonio Toriz Sosa Estudiante de Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Escribe cuento, poesía y, a veces, crónica y ensayo. Sus cuentos y poemas han aparecido en las revistas Primera Página, Cuadrivio, Punto de Partida UNAM, Círculo de Poesía, entre otros.