Todo bien: Álvaro Díaz en el foro Indie Rocks! (Una reflexión en torno al trap)

(Fotos por Sofía Manzano. Para visitar su crónica visual de este evento, da clic aquí).

Una larga fila asedia al Indie Rocks en la colonia Roma. A la cita han acudido jóvenes de todas las edades posibles (en un rango de juventud considerable hasta los 30 años). La gente formada comparte una cosa en común: todos quieren ver a Álvaro Díaz cantar.

El look en común de la “chaviza” deja entrever una extraña (y colorida) mezcla que va desde los pantalones tumbados y la playera larga, hasta los skinny jeans, las blusas de tonos chillantes y los tenis grandes, toscos. Casi todos usan una gorra snapback o un gorro bucket color arena. Las playeras gritan el logo intrincado de LV CIVDVD, colectivo en el que Álvaro participa, y las ansias transmiten un infierno aletargado: dispuestos a alargar el tiempo, el afán de ver al rapero boricua se transmuta en un sitio semejante al cerco de Numancia o al asedio de Troya.

Me acerco a un tipo que, en solitario, al igual que yo, fuma un cigarrillo. Le pido fuego. Empezamos a platicar. Me habla del tiempo que lleva escuchando los tracks de “Alvarito Díaz”: “San Juan Grand Prix es uno de los mejores discos que he escuchado en los últimos años”, insiste.

Seguimos hablando de Hato Rey, Illumilatin. “Ese disco a mí me prende mucho, como que tiene un beat bien poderoso. El Ilumilatin es bien trap”. Trap. T-R-A-P. La palabra suena en mi cabeza. ¿Qué es el trap? Es la pregunta por la cual llegué al evento. No puedo ocultar esa emoción por saberlo. Pregunto qué es el trap.

―El trap es el barrio―responde.

1.

Sex, whores and dope.

A finales de los años 90 Atlanta fue la cuna de un género que, muchos años después (en los años recientes), logró colocarse, con una aceptación considerable, en el ideal colectivo de la juventud: es un género que persigue la idea de hacer dinero a partir de la oscura realidad, cueste lo que cueste. Es tomar al barrio y convertirlo en un tópico para hacer música; hacer música para ser alguien en el barrio, para ganarse un poco de respeto. Realismo sucio, le dicen en la Literatura.

El trap es una rama del hip hop que habla de drogas, muerte por riñas y heridas de bala, encuentros sexuales: todo de manera explícita. Su finalidad es realizar un análisis directo de la trampa, aquello que significa vivir en los barrios bajos. No tiene mayor ciencia: es hablar del día a día, sobre ritmos pesados y oscuros. Es hablar y ver al barrio desde los ojos de un drug dealer o desde la perspectiva de un aspirante a padrote de poca monta que gusta de expresar en sus letras todo aquello que se relaciona con el negocio. Es rapear sobre temas “polémicos” y echarse al hombro un sinfín de problemas gratuitos relacionados con las mujeres, la policía, la búsqueda de la felicidad a partir de poder obtener dinero en grandes cantidades, la posesión y el consumo de drogas y, sobre todo, la fiesta.

2.

Voces: Hadrian.

Hadrian Salguero es un conocido MC oriundo del Distrito Federal. Se ha destacado a lo largo de los años por ser un maestro del freestyle en México, siendo representante en varias competiciones internacionales y actual campeón internacional de la Batalla de los Gallos, patrocinada por la bebida Red Bull. Su versatilidad a la hora de componer lo ha llevado a ser uno de los raperos más conocidos en México, también uno de los más odiados. Tachado de “vendido”, Hadrian ha sabido defender su presencia en la escena del rap nacional.

Es conocido por ser uno de los iniciadores en el género del trap en México. O al menos uno de los que trajeron ritmos distintos al rap nacional.

“Yo llegué, más que al trap, al R&B. El trap se entiende como algo demasiado explícito, esa es la palabra correcta: dice las cosas de forma tajante. Creo que hay trap que no deja volar a la imaginación, no se queda con esa esencia erótica del R&B de los 90’s. En realidad yo entré al trap por esta vertiente e hice unos temas de trap y a la gente le pareció interesante. Pero en un abrir y cerrar de ojos, cuando antes nadie hacía trap, volteo y ya hay una pequeña ola de artistas que empiezan a incursionar en este género.”

Conocido por sus fuertes líricas, Hadrian ha tenido que ver por sí mismo y la dirección que ha de tomar su carrera musical, incursionando en distintos géneros que los puristas del Hip Hop catalogan de “comerciales”. Sin embargo, esa noción de la música como catalizador de los problemas o creadora de conceptos innovadores lo han llevado a experimentar con sus propias canciones. Y sobre el trap, cuenta:

“Yo creo que el trap latino ahorita ha tenido una repercusión y una aceptación bastante importante debido a que la tecnología ha permitido a la gente actualizarse también musicalmente. Con el internet y las redes sociales, la música que ahora se escucha en EUA (que antes era muy difícil bajarla y procesarla), esa que va marcando tendencia, nos llega inmediatamente, entonces se crean spanish versions, se le da su toque y así es como crece la escena. Para mí es importante que crezca en Latinoamérica, porque los que iniciamos esta ola de trap, que fuimos muy pocos, en el 2010 – 2011, hacíamos trap y la gente no sabía qué es lo que estábamos cantando, qué tipo de música era esa. Ahora la gente lo escucha y entienda un poco más qué es lo que estamos haciendo gracias a la colaboración de toda la gente que está haciendo trap en América Latina.”

¿Por qué asirse a un género polémico del cual México (o América Latina en general) no es pionero? ¿Es verdad, pues, que el reguetón ha mutado en esto que llaman Trap y que, apoyándose del boom creado, haya surgido un “reguetón 2.0”, como muchos lo llaman? ¿Cómo lidia un género acusado de sexista con esas problemáticas?

“El problema es que en Latinoamérica se le llama música urbana a todo esto: rap, reguetón… Pero hay distintos puntos de enfoque. En EUA el reguetón no es lo mismo que el trap, por poner un ejemplo, que debería ser así. Pero aquí la gente lo ve de este modo porque escuchan a De la Ghetto, a Bad Bunny, a Bryant Myers, a Maluma, que eran artistas que hacía reguetón y ahora incursionan en esto del trap. Pero no tiene nada que ver.”

“El trap es muy explícito. Viene de una tradición de barrio, sus artistas son de barrio, y su slang es muy de barrio. Yo puedo hablar, en lo personal, desde mi música: no sé cómo los demás trabajen sus temas. En mi caso busco refinar ese tema, busco que el contenido no sea menos directo, sino más seductor. Yo, por ejemplo, no encuentro un problema de misoginia. Mucha gente confunde la misoginia con algo sexual: lo sexual es un estado más para mostrar el amor. Para que tú ames a una persona primero te tiene que gustar, y ese gusto, esa atracción, es enteramente sexual: es un instinto. La gente y el ser humano están regidos por muchas barreras morales que en realidad no existen.”

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Hadrian

3.

Una noche en el Indie Rocks: “si no vas a subir, llégale a la verga”.

El Foro Indie Rocks, en la colonia Roma, antes de ser un sitio dedicado a la música, fue una escuela primaria. Mucho antes de ser un sitio destinado a la educación, fue un convento. De ahí viene su curiosa arquitectura: techos altos, almenas exquisitas, paredes garigoleadas.

El evento en donde Álvaro Díaz soltará sus versos se lleva a cabo en la planta baja, pero se permite el acceso al primer piso: un salón oscuro en donde la única seguridad es un barandal de madera. El problema con el piso superior es que sólo una parte da hacia el escenario, de manera que, sólo pegándose al barandal, se puede ver el espectáculo.

La parte baja del foro se ha llenado a una velocidad vertiginosa. Son casi las ocho de la noche y aún sigue ingresando gente que quiere ver a Álvaro Díaz. Por más que intento ver desde el balcón del piso superior, no puedo ver absolutamente nada: hay personas que ingresaron antes que yo y han acaparado el lugar, no tienen intención de moverse.

En el lugar conocí a un tipo, respondía al nombre de Golden (“como dorado en inglés”). También tiene pase de prensa y, al igual que yo, quiere tener unos minutos de exclusiva con los artistas. Desde el momento en que entramos al foro, hemos buscado la manera de colarnos para hablar con Hadrian o con Álvaro Díaz.

Apoyándonos mutuamente, decidimos bajar para que, llegado el momento, veamos con soltura el concierto. Intentamos escabullirnos entre la masa de personas, bajamos por las escaleras pero el sitio está abarrotado. En el escenario se ha plantado un DJ que ameniza la noche con un set de trap. La gente canta, corea. Comienzan a verse vasos de cerveza. Después de cruzar el umbral asediado por los asistentes, intentamos quedarnos a mitad de la zona. Desentendidos de la masa que, a nuestras espaldas, ha llegado desde antes para ganar su lugar.

Una mano me toma por el hombro. Volteo: un tipo con gorra snapback y cara seria me mira directamente a los ojos. Golden voltea por inercia. El tipo lo encara y con el tono más lacónico posible le dice:

“Si no vas a subir llégale a la verga, que yo llegué antes.”

Golden, con una cara de tristeza y miedo le responde que vamos para arriba. El hombre insiste en que le llegue a la verga.

La noche será difícil, pienso. Pero debo encontrar la manera de ver el concierto.

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Hadrian

4.

Voces: Hadrian.

Sobre el trap y su permanencia en la era del internet:

“Musicalmente hablando, siempre habrá modas y tendencias a las que la gente se unirá. Si este es un momento pasajero, no le veo lo negativo, porque cuando llegue otra nueva moda la gente va a innovar y a generar nuevas ideas. Más bien lo veo como algo positivo. La música en sí es atemporal. Habrá canciones que se queden para siempre. En su momento 50 cent dejó canciones, más atrás Snoop Dogg dejó canciones, y mucho más atrás NWA nos dejaron canciones. Es como una línea. Hay gente que hoy en día escucha trap y que también escucha al Wu Tang Clan, que también escucha Onyx, escuchan muchas cosas de antes. Cosas que marcaron. Hay canciones que serán clásicos y canciones que serán pasajeras. Al final del día la música va a seguir en constante evolución y eso es lo importante y lo bonito. La música tiene su propia esencia y eso nos impulsa a no quedarse con lo mismo. A hacer cosas diferentes.”

Sobre el trap y su posible revolución en el Hip Hop:

“Esto [el trap] es otra cosa. Es otro género que sí tiene la esencia del Hip Hop, pero no lo es. El Hip Hop siempre va a ser Hip Hop: tendrá sus cuatro elementos, el bum bap. Yo he hecho Hip Hop y he hecho trap. Por algo se llama trap. No creo que sea la revolución, sino algo que evolucionó a partir del Hip Hop, pero no creo que sea parte de ese gran nicho.”

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Hadrian

5.

Negrito con actitud de la ciudad.

Álvaro Díaz es un rapero puertorriqueño que lleva tiempo sonando con fuerza en las listas del Billboard e iTunes. Ha venido a México en tres ocasiones y ha compartido mucho en este país que, como él mismo dice, es su segundo hogar: México le ha dado las musas necesarias para componer algunas de sus canciones. También ha colaborado con grandes nombres de la escena nacional: Eptos Uno, Muelas de Gallo (de la Banda Bastön) o el Alemán, uno de los nombres que más ha sonado en los últimos meses dentro de la escena del rap.

Pasó de estudiar publicidad a ser un artista de grandes festivales y una fuerte posición en el mercado musical latino. Ha sido catalogado como un artista de trap, pero él dice: “[…] siento que yo hago Hip Hop. Es lo que yo quería hacer desde siempre. Entiendo que esto del trap empezó y se puso fuerte, pero “Super Xclusivo” salió mucho antes de que todo mundo empezara a hacer trap, y hablaba de esto que todo el mundo está hablando ahora, se escucha como que yo quise hacer eso desde antes, pero no”. Ha innovado sin quererlo, presentando un estilo de hace años con una visión fresca, con beats poderosos y letras bien pensadas.

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Álvaro Díaz

6.

El trapetón.

En Puerto Rico el trap ha tenido una repercusión mayor: los artistas de reguetón se han mudado poco a poco a este género, sin dejar detrás la esencia que lo caracteriza. Ha sido llamado Trapetón. Un reguetón 2.0 que se agarra de los beats poderosos de un género a caballo entre el Hip Hop y la música electrónica. En este lado latino el trap es mejor recibido a partir del Dubstep que de la corriente de Hip Hop estadounidense.

De esta camada han brotado artistas con gran presencia como Bad Bunny, Ozuna, Bryant Myers, Anuel AA y también se han unido viejos nombres que se vieron consagrados en el ámbito del reguetón: De la Ghetto, Arcángel, incluso Daddy Yankee o Yandel.

“En Puerto Rico es el nuevo reguetón. En las escuelas todo el mundo hacía reguetón. Puerto Rico era una isla de 100 por 35 reguetón, ahora es una isla de 100 por 35 de trap. Todo mundo canta trap, todo mundo quiere cantar trap, no saben qué es trap (en cuanto a saber de dónde viene), pero todo el mundo hace trap. La gente que hacía reguetón ahora está cambiándose porque si no se quedan atrás”, dice Álvaro Díaz.

Las letras de este trapetón son fuertes, refieren al sexo explícito o al consumo de drogas. Ha generado cierta polémica en las redes sociales debido a su carácter violento en las letras. En Puerto Rico el trap es una nueva plataforma para esa rama conocida como “Música Urbana”. Como comenta Álvaro: “[…] Yo pienso que el Hip Hop es Hip Hop y que el Trap es la evolución del reguetón, en cuestión de lo que están haciendo en Puerto Rico”.

En efecto: la cuestión es que Álvaro Díaz ha sido catalogado dentro del Trap, siendo que sus letras son más pensadas, más cercanas al rap de Intifada, Tempo o Sie7enueve que a la lírica de los artistas mencionados que intentan innovar dentro de esa categoría urbana.

“Yo pienso que la escena del trap ha crecido un montón y eso está súper chévere, que el mundo lo esté oyendo, pero también pienso que la gente llama a todo trap siendo que hay temas de Hip Hop. Trap es solamente una rama del hip hop. Es muy chévere que crezca el hip hop latino (porque es el hip hop latino lo que está creciendo, pero lo llaman trap), y en todas las culturas tenemos una mezcla de sabores, en Puerto Rico tenemos nuestro sabor, aquí en México tienen su sabor, en Argentina tienen su sabor.”

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Álvaro Díaz

7.

Recortes de prensa: Yolanda Domínguez, para El Huffington Post. (4/12/16).

“Este ídolo de masas, cuyas letras se cantan y bailan en todas las discotecas, es uno de los ejemplos de masculinidad que hoy reciben los adolescentes.

“Uno de sus últimos trabajos, Cuatro Babys, es toda una apología de violencia hacia las mujeres que las describe como meros cuerpos intercambiables y disponibles al servicio del deseo sexual ilimitado, irrefrenable e incontrolable de los varones. Pudiera ser que entre la música y la pésima pronunciación del artista, que parece tener algunos problemillas de dicción, el mensaje pasara desapercibido, pero me he permitido extraer y analizar algunas de las estrofas que no tienen desperdicio.

“[…] Éste y no otro ha sido el artista elegido por la cadena Telecinco para dar consejos a los profesionales de la canción, todo un ejemplo de cultura y de valores que relacionan la figura masculina con la de una especie de animal cuya única aspiración en la vida es tener dinero y chingar”.

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Álvaro Díaz

8.

Una noche en el Indie Rocks: “La rompiste en una Iglesia”.

Después de una impecable actuación de Hadrian sobre el escenario, en una verdadera cátedra de cómo prender a la gente antes del acto principal, las luces se apagan. La gente grita. Llueven vasos de plástico vacíos lanzados desde el fondo. Suena un corte musical mezclado con el ruido del motor de un auto de carreras. El calor es tremendo.

Josiando por el primer lugar.

Empieza el coro del público, las luces se encienden y un tenue tono violeta nos muestra a un Álvaro Díaz enfundado en una chamarra de mezclilla. Con micrófono en mano comienza su turno. Canción tras canción demuestra por qué su música no es trap del todo: sus letras poco tienen que ver con el género. Los ritmos son poderosos, tocados en vivo por la magistral técnica de Manuel Lara (integrante de Lara Project) en una batería sobrecargada de efectos.

Después de abrir con fuerza comienza a soltar barras, a conectar con el público.

Los  invitados de la noche son Yen San Juan, Félix Lara y el Alemán. A este último lo corean hasta la carraspera. El recinto se viene abajo. Los celulares no dejan de parar el tiempo para quedarse con un recuerdo: las imágenes que se repetirán en pláticas al otro día: “fui a ver a Álvaro Díaz, mira”, y procederán a mostrar el video del evento.

“En realidad para mí el trap es lo que salió de Atlanta. Tú sabes, artistas como Gucci Mane, que fueron los que empezaron ese movimiento. Lo que pasa es que ahora el ritmo es lo que llaman trap, no creo que lo que se rapea. Sino como se escucha. Le ponen un nombre al ritmo”, responderá después Álvaro a mi pregunta: ¿qué es el trap para ti?

La eminente ruptura de la tensión y la fuerza generada por el poder de Álvaro en el escenario llegará sólo cuando cierre con la que él considera su mejor canción: Todo bien.

“Vi a un chamaquito, hasta el frente, cuando cantaste Todo Bien, que estaba empapado en lágrimas”, le cuenta Yen San Juan a Díaz en el backstage. Emocionados, después de darlo todo en el escenario, sus dos colegas, Yen San Juan y Félix Lara, partícipes del evento como invitados especiales, le dirán a Álvaro, apelando a la arquitectura del lugar:

― ¡La rompiste en una Iglesia!

Álvaro Díaz la rompió en una Iglesia, que en realidad es un foro, ubicado en su segundo hogar: México.

Las musas le regalaron lo merecido. Su hogar le regaló una noche inolvidable. Después de darlo todo por su público queda de manifiesto: aquí está y va a estar Todo bien.

-Marco A. Toriz, CDMX, 2017.

A Fernando Velasco Noblecias, quien me enseñó

lo que era el trap en su fiesta de cumpleaños.

Marco Antonio Toriz SosaAutor: Marco Antonio Toriz Sosa Estudiante de Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Escribe cuento, poesía y, a veces, crónica y ensayo. Sus cuentos y poemas han aparecido en las revistas Primera Página, Osario, Punto de Partida UNAM y Círculo de Poesía.